Nuestra prioridad es la de ofrecer, a todas aquellas familias que acuden a nosotros, todo lo que esté en nuestra mano para poder ayudarles a llevar, lo más fácil posible, su situación familiar y personal.
Para ello, concertamos una entrevista inicial gratuita con el niño y sus padres o tutores legales en el que realizaremos una primera aproximación a sus necesidades y así poder abordar mejor el motivo de consulta.
Posteriormente, y una vez observadas los puntos fuertes y débiles del pequeño y llegado a una conclusión sobre cuál es la opción que más beneficiaría a su óptimo desarrollo, los profesionales encargados del tratamiento realizarán una evaluación inicial (mediante pruebas objetivas específicas y observación sistemática) que nos ayudarán a elaborar un tratamiento y una metodología óptimos a seguir.
Una vez elaborado el plan de actuación, comenzaremos con el proceso de intervención en el que se tratarán aquellos aspectos en los que el niño necesite mejorar, siempre en estrecha relación con el entorno del día a día del niño: familia, escuela y otros profesionales.
Se llevarán a cabo sesiones de tratamento individuales o en grupo (valorando siempre el máximo beneficio de las mismas, ajustándonos a las necesidades del niño), con una duración de entre 30 y 45 minutos, y una frecuencia variable (en función de las necesidades, tanto del niño como de la familia), siempre asesorado por nuestro equipo de profesionales.
Creemos en una intervención personalizada en los diferentes contextos en los que se mueve cada uno de nuestros niños. Por ello entablamos un contacto directo con la familia, la escuela infantil o el colegio al que acude, así como con otros tratamientos externos, con el fin de dar una atención individualizada y específica a todas sus necesidades y lograr potenciar al máximo sus habilidades en coordinación con otras personas a través de una Planificación Centrada en la Persona.
El objetivo de esta comunicación constante entre todas las personas que componen el día a día de los niños es el alcanzar los siguientes objetivos:
De este modo buscamos compartir con la familia la labor terapéutica, completando y ampliando las experiencias formativas de su desarrollo. Por ello, para poder realizar de forma adecuada esta labor tan importante, es fundamental una buena comunicación y coordinación entre los profesionales, educadores y familia.
Al intercambiar información sobre los avances y los puntos fuertes y débiles de nuestros niños, los padres se quedan más tranquilos ya que comprender que la educación y el tratamiento específico que se está llevando a cabo con su hijo es más adecuado y no es aislado de otros círculos importantes en su día a día.
Debemos recalcar que la responsabilidad de la educación no recae exclusivamente en la escuela o en el centro específico, sino que son los padres quienes forman un pilar básico en el desarrollo del niño, por lo que es muy importante que la familia esté enterada por completo de todo lo que se trabaja en las diferentes sesiones, de modo que puedan continuar la labor llevada a cabo por los ámbitos educativo y terapéuticos, siempre con el asesoramiento personalizado adecuado y de fácil acceso.