El ocio es esencial en la vida de las personas, y más especialmente en el caso de los niños y niñas ya que es una forma de que éstos comprendan, elaboren y se relacionen con el mundo.
Tampoco podemos dudar de la capacidad lúdica, integradora y socioeducativa del deporte, a lo que hay que sumar los diversos efectos beneficiosos de esta práctica sobre las personas con problemas en su desarrollo.
Por todo ello, es necesario adaptar tanto el ocio como el deporte a estas personas para lograr una mejora en su calidad de vida, así como beneficios más específicos, ya sean éstos a nivel motor, cognitivo, comunicativo, lingüístico y/o social.